martes, 28 de diciembre de 2010

PENSANDO

Estoy cansada.
De ilusiones que se acaban, de golpes del destino, de no haber tregua y día tras día que todo vaya a peor. No es normal que todo se tuerza a la vez... todo. Si había algo que tenía controlado... también se ha descontrolado.

Hoy decidí arriesgarme a todo, si quemar mi último cartucho. Se que si no lo consigo, esta vez se acabará todo, pero ya no tengo miedo. Lo prefiero, por lo menos que se no habré dejado nada pendiente. Aunque ya ni tan siquiera estoy segura de que quiero que esto salga bien, la decisión ya esta tomada, pase lo que pase.

La verdad es que no se a que estoy esperando... si ya da todo igual.

Hace unas horas, cuando empecé con este escrito, estaba hundida. Esta mañana me he levantado y aunque me ha costado, intentaba tener una parte de mi positiva y buscaba soluciones... pero la vida otra vez me la ha jugado.
No lo entiendo,¿ por que cuando más luchas por salir adelante, más fuerte es el golpe?. Esta mañana miraba al cielo y lo preguntaba, ¿que esperan de mí?. Lo intento, lo juro. Pero aún así las ostias son más fuertes y más inexplicables. El problema es que llega un momento, en que tu mala suerte la pagan los que más quieres.
He decidido que por ahí no paso, lo siento, pero eso sí que no.

No se si existe dios o no, quiero pensar que sí. Si no fuese así todavía podría intentar asumir todo lo que ha pasado. Pero si existe, ya solo me queda pensar que todo esto pasa para que me rinda...
Total, si lucho me levanto y me vuelven a tumbar, habrá un día en el que no pueda levantarme. A veces pienso que es la forma que el tiene de decir que me largue ya.

Puede ser...ya solamente queda descubrirlo.

sábado, 25 de diciembre de 2010

DE NOCHEBUENA

Pensaba que era un poco rara... hoy me he dado cuenta que no, soy más bien normalita.

Hoy es "nochebuena". Lo pongo entre comillas, porque realmente ¿para quien esta noche es buena?.
Este año había decidido escaquearme de cenas y festividades varias. Sinceramente, todos sabemos que estas fiestas son más falsas que un billete de 20 euros. Estás todo el año sin hablarte con la gente, o lo que es peor, poniéndoles verde. Y en precisamente en estos días... te sientas a comer con esas mismas personas en la misma mesa, te ríes, les das su regalitos y unos besitos... puag.

La verdad es que llevo pensando toda la semana que la gente diría de mí que estoy loca, tener tanta familia como yo y cenar sola.
El plan era bastante bueno. Esta mañana me he levantado prontito, recogí a mi madre en su trabajo, fuimos a casa, comimos con una amiga que vino a verme, y después se largaron. Mi amiga con su familia y mi madre, con mis tíos y primos.
Toda la casa para mi solita. Solamente me quedaba esperar la visita de mi hermano, que gracias a dios, son cortitas. Al ratito de irse este gente, vino el, miró el ordenador y se fue. Perfecto, hora de poner música. Estuve hablando con mis amigos, escuchando mi música y dando vueltas por la casa enredando un poquitín.

Me han sorprendido varios de mis amigos. Si señores, algunos han decidiDo hacer exactamente lo mismo que yo. Enviar a sus padres y hermanos pequeños con el resto de la familia, y quedarse con la casa, para ellos solitos.
Eso por no contar todos los que opinan lo mismo que yo de esta noche, y los que cenan en familia por obligación o por no quedar mal. Eso sí, muy muy pocos, realmente quieren celebrar este día como se supone que hay que hacerlo.
Así que no soy la única rarita, ni mucho menos estoy como una cabra. La verdad que me alegro de ello.
Se me ocurre, que si algunos de esos amigos que van a hacer lo mismo que yo, nos juntásemos... sería mucho más útil. No se, pasar la noche cenando tranquilos, peli, palomitas, charlar un rato. Eso sí es una nochebuena.

Creo que para el próximo año... lo plantearé. Que leches, todavía queda otra gran noche en estas fiestas, así que todavía tengo tiempo para organizar una cena en plan tranqui con algún amigo.

Sabéis que os digo, que llevo todo el día sola y me empiezo a aburrir. Muchos de esos amigos que están en sus casas solos, empiezan a aparecer por el facebook... así que me voy al pueblo de aquí al lado. Necesito mimos y abracitos, me voy con mis amigos, que están en plan tranquilo (vago, quiero decir).

Que paséis todos una buena noche, da igual solos o en compañía. Tienen razón, solo es una noche al año, así que por ese motivo, disfrutarla como queráis.
Feliz Navidad.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

SINCERAMENTE

Hola, no se que estoy haciendo. Bueno si, sincerarme.
Hace apenas dos horas, estaba escribiendo otra entrada para el blog. También era sincera, pero triste. Esta no es triste, o por lo menos no me lo parece a mí.

Sabéis, un día conseguí tener mucho o lo que yo creía que era mucho. Tenía a mi chico, mi casa, un buen trabajo,mi familia, no me faltaba de nada. Quejarse era de tontos, y yo era muy feliz.
A veces, la vida te da palos y te lo quita todo. Es tontería reprochárselo, pues ella fue la que me lo dio todo.
Si, lo perdí y no supe afrontarlo. Me hundí y empecé a meter la pata como nadie. Pensaba que para todo había arreglo. He aprendido con ello, que si los cimientos de una casa no están bien, da igual el tejado, todo se caerá.
No soy tonta, eso lo descubrí temprano. Lo que he tardado en descubrir, era el defecto que tenían los cimientos. Ya no está, pero para cuando he conseguido subsanarlo, mi vida se había convertido en una espiral de errores.

Hace unos meses, decidí dejarlo todo e irme. Empezar de nuevo. Para la mayoría resulto ser incomprensible, pero para mí tenía mucho significado y así lo hice. Esta vez la decisión en sí, no fue errónea. Era feliz, estaba a gusto y bueno, con problemas, pero esos también los podía tener aquí.
Solamente me olvide de un pequeño detalle, las personas. No todas, tampoco os engañaré esta vez. Determinadas personas y un sentimiento que no sabía reconocer, pero que me hacía estar continuamente más pendiente del sitio donde no estaba, que de aquel lugar perfecto que había conseguido.
De nuevo, y sin decir nada, de vuelta. Por última vez, arriesgue todo. Esta vez sí, era un todo o nada, y aunque tuve dudas, mi corazón ganaba la partida con creces.

He vuelto. Arriesgue el dejarlo todo, por un sueño. Un trabajo y una estabilidad, era fácil. Llegar, trabajar... y por una vez en la vida tener el valor de decir, "me importas". "Me fui pensando que olvidaría todo aquello que quise hacer junto a ti y que nunca hice, pero el echo de no haberlo conseguido, me ha obligado a volver".
Si señores, venía dispuesta a comerme el mundo. Pero de nuevo salió mal. El trabajo de repente se esfumo y mi valor, será que no es tanto. Tal vez necesite un empujoncito.
¿Sabéis lo mejor? De esto no me arrepiento, ni lo pienso hacer. Si, fue una locura que me ha llevado a quedarme sin nada. Pero me da igual, lo intenté. No conseguí el valor para decir lo que sentía, es verdad. Pero por lo menos, volví , insistí e intenté sacar valor, que a ratos funcionaba.

Y si algún día vuelvo a estar en la misma situación, volveré a hacer lo mismo, aunque sepa que tengo más oportunidades de perder que de ganar.
Son locuras, pero esas locuras me han mantenido viva. Esa esperanza de reunir el valor, han hecho que hasta día de hoy no me rindiese, y eso ya es más que nada.
Aunque hoy me rinda, aunque hoy cierre los ojos para no volverlos a abrir... los cerraré soñando con tener algún día el valor para decir "me importas".

Y lo mejor de todo, es que la vida no me quitó nada. Me dio lo más bello del mundo, gente, amigos, apoyo. Hombros en los que llorar, palabras de ánimo. A veces, me siento un fraude de persona, pues siempre me mostré como nunca he sido. Pero mis sentimientos, esos fueron reales.
Y aunque me cueste, cuando digo que quiero a alguien, cuando doy las gracias o simplemente cuando confieso que tengo ganas de llorar, estoy mostrando lo que siento, y a la persona que se lo digo, se que la quiero.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Una deuda pendiente

En estos días, un buen amigo me ha pedido dos cosas. Una que me muestre un poquito más como soy, que me de a conocer y dos, que sea más positiva. Está claro que todo no puede ser. Aunque dicen que "a falta de pan, buenas son tortas".
Aquí sigue lloviendo, cuatro largos días de lluvia sin parar, por lo tanto la positividad creo que está un poquitín ahogada. Creo que me tocará hablar de mi...

No se muy bien como empezar.

Soy un poquito rara, me gusta la soledad. Me encanta viajar, desaparecer cuando nadie lo espera, sin planear nada. Arrancar el coche y dejarte llevar, sin más.
A parte de ello, me gusta hacer fotos a todo lo que veo. Soy como una cría pequeña, salgo a la calle con la cámara y tengo la sensación de llevar unos zapatos nuevos. Siempre hay algo nuevo que descubrir.
Mis libros, mí música y mis películas. No tengo estilo o gusto definido, de antes o de ahora, romántico o bélico, drama o comedia. Da igual, lo importante es que me aporten algo, una nueva sensación o experiencia. Quizás la época que más me guste en cuestión a música y películas, sea la de los años 80. Me encantan esas ganas que demostraban todos de aprender y enseñar, la fuerza que transmitían rompiendo con todo lo anterior. La rebeldía.

Adoro pasear, sentarme en un sofá cómodo y encender velas para alumbrarme con ellas. Odio la luz artificial. Y los ruidos. Y sobre todo, los vecinos cotillas, jajaja.
Prefiero que mis amigos vengan a casa a cenar, disfruto cocinando para ellos. O bueno, también se puede pedir una pizza.
Si salgo, me gusta la tranquilidad. Estar con alguien tomando un café o una copa de vino, tranquilamente y conversando. Las juergas locas, no están mal, pero en su justa dosis, odio salir todos los viernes y sábados a discotecas y a beber, no es lo mío.

Mis mejores momentos, los que especialmente recuerdo, es hablando de tonterías. Me encanta coger cualquier tema y sacar algo divertido de ello. Recuerdo cuando llegaba a casa, le daba un beso en la frente a mi madre y me sentaba a comer con ella. Le contaba mi día, pero siempre con alguna payasada, disfrutaba mucho viéndola reír. En si, me gusta hacer de reír a los demás, la sonrisa de alguien es una de las cosas que más feliz me puede hacer.
Soy muy mimosa, demasiado mimosa. Lo que más echo de menos es sentarme al lado de alguien y acariciarle el pelo. Los abrazos, tampoco doy muchos es verdad, pero me muero de ganas de dar y recibir abrazos. Mi cobardía, otro cualidad mía, me ha echo perder tantas cosas y oportunidades. Hacer feliz a los demás, darles cariño, mimos, escucharles y comprenderles. Que le vamos a hacer.

Mis sueños, la verdad que son muy particulares. Quiero una bici, desde que era cría, Un perro, para pasear con el. Y tener tiempo para ayudar a la gente. La verdad es que soy sosa, pero no pido nada más. Si me invitan a comer, me hacen feliz con un bocadillo de bacon con queso. Si lo que quieres es sorprenderme, una buena obra de teatro, me fascina el teatro. Un regalo, una rosa o un libro. Para hacerme sonreír, un mensaje de buenos días por la mañana en mi móvil. Un deseo... que me susurren al oído, incluso por teléfono. Las mejores horas, charlando de cualquier tema, en persona o por teléfono, el ordenador me resultan muy cortante. Con la voz de las personas, se entienden mejor las cosas.

Creo que poco más queda que decir de mí, espero, que mi amigo este contento. Se lo debía. Y si alguien quiere saber más, pues que me pregunte.

Un saludo

martes, 2 de noviembre de 2010

RESIGNACIÓN

Llueve. No para.

Desde mi rinconcito, llevo horas observando una pequeña rendija entre las cortinas que deja entrever un cielo de tono rosaceo. Lleva 10 horas seguidas lloviendo y aunque un paisaje así me invita a quedarme en mi pequeño claustro, la vida sigue.

Así que esta mañana he seguido yo también, como si nada. Quizás es porque ya me empiezo a hacer a la idea de lo que me espera.

Hace apenas un rato, esperando el autobús, caía en la cuenta de donde estaba y de cual sería mi futuro más próximo. Me daba miedo. Me sigue dando miedo. Hubo un instante, en el que mis mejillas estaban mojadas, pero no podría definir realmente si era por la lluvia o por las lágrimas que mis ojos empezaban a echar, como si ellos también quisiesen decir algo y no pudiesen.

Ya todo es silencio, mi cabeza, mi corazón, mis labios... solamente me quedan mis ojos con sus lágrimas camuflados por la lluvia. Ya no quedan palabras ni ilusiones, queda el día.

Vivir y con un poco de suerte conseguir una rutina que no te deje pensar, aprender a cambiar tus sueños y deseos, por pasos hacía algo desconocido.
Cuando pierdes tu hueco en la vida de las personas a las que querías, todo se queda vació, ya no hay nada. Por lo tanto, ya no se puede hacer nada.

Sigue lloviendo a un lado ... y al otro del ventanal.

Restos

Hoy es el primer día que me atrevo a escribir aquí desde que llegué a Manchester. Muchas otras veces lo intenté, pero no tenía valor. No sabía como expresar lo que se encontraba dentro de mi cabeza... eran tantas cosas. Desde mi última entrada han pasado mil historias y anécdotas, unas divertidas y otras catastróficas. He pasado por tanto en tan poco tiempo, que ni tan siquiera yo misma encontraba palabras para describirlo.

Ahí fuera esta lloviendo a mares, no paro de escuchar el incesante golpeo de las gotas empujadas por el viento, contra el cristal del ventanal. Es gracioso, tantas veces soñé con una gran buhardilla para mí, una de esas con grandes ventanales que me acercasen al mundo mientras yo encerrada huía de el...

Ya lo tengo. Sin saber cómo, lo he conseguido. A decir verdad me paso las horas muertas aquí dentro. Hoy por ejemplo, ha tocado día de reflexión. Necesitaba poner ciertas ideas en orden dentro del caos que hay en mi cabeza.

Por fin he admitido algo que quizás ya sabía desde el primer día que pisé este país.
Ya no tengo corazón. O bueno, mejor dicho si lo tengo, pero no conmigo. Lo he dejado en España. Me vine con mi cabeza, esa a la que últimamente le consiento que maneje mi total voluntad. No permití que mi corazón me guiase en ninguno de mis pasos, esta vez no podía asumir el riesgo que supondría fiarme de ese diminuto músculo que tantos sinsabores me ha otorgado.

Aunque como de costumbre, me he vuelto a equivocar. No supe o no tuve la suficiente fuerza, para dejar allí mi corazón al completo. Me explico, es como cuando se quema una vela... La dejas arder poco a poco, consumirse mientras pasa el tiempo y cuando creemos que ya no queda nada, que el fuego arrasó con todo, miramos en el fondo y vemos un pequeño trocito de mecha junto a unas gotas de cera. Apenas son nada, pero siguen siendo restos. Pues a mi corazón le paso lo mismo, quise olvidarlo todo allí. El fuego fui yo misma, con mi comportamiento. Ufff, que complicado explicar todo esto.

Lo intentaré. Fui dura para ganarme el odio de los demás, me inventé una gran fachada que demostrase mi frialdad y para terminar, durante un tiempo antes de abandonarlo todo, jugué al gato y al ratón. Se que parece una locura, pero creí (a veces soy demasiado ilusa), que siendo así no tendría tanto apego a nada ni nadie, el día que realmente desapareciera. Muchos creen que fue una decisión de un día para otro, pero realmente llevaba mucho tiempo planeándolo y a su vez, empezando a despegarme de ciertas cosas.
Fui quemando momentos, sentimientos, personas... relaciones. Como una vela, poco a poco. Y llegó el día, ese día en el que me hallaba con plena certeza de haber destruido todo, de una forma diplomática claro está.

Pues no señores, como intentaba explicar anteriormente, nada puede ser tan fácil. Pero aún así hizo falta recorrer miles de kilómetros, irme a otro país, para ver los restos de la vela en el fondo del vaso.

Y ahora, me encuentro con restos de un corazón que no quería tener aquí. Con restos que cada día sollozan interiormente pidiendo juntarse con su otra gran parte abandonada allí, y no puedo hacer nada. Solamente ver como lloran día a día y anhelan algo casi imposible.

jueves, 2 de septiembre de 2010

HISTORIAS DE MADRUGADA

Son las 4.48 horas de la mañana, madrugada del miércoles al jueves. Hoy no puedo dormir, bueno la verdad eso no es nada nuevo. Mi insomnio es algo más que conocido ya por todos. Simplemente que hoy le sumamos un nuevo aliciente…. No tengo ninguna esperanza de dormirme como otros días.

Me está saliendo la maldita muela del juicio, ¡¡ y duele!! Por si alguien no lo sabía, adquiere ese peculiar nombre, porque es la que más tarde sale, supuestamente cuando la persona es adulta y por eso se dice que cuando “ya tenemos juicio”. Irónico ¿verdad?, precisamente cuando estoy a punto de hacer la mayor locura de mi vida, se supone que tengo juicio, jajajaja.

Me he levantado ya tres veces, una para meterme un par de antibióticos para el cuerpo, (lo sé, no es bueno auto medicarse, pero total, con el caos que hay ahora mismo en mi vida, eso es lo que menos importancia tiene). Otra, para coger un yogur, después de haberme tomado las pastillitas he recordado que ni había cenado nada y encima he estado de cañas estar tarde, buena mezcla para mi organismo… Y la tercera y última, para ir a por alguna otra pastilla que aplacase este dolor. Sigue doliendo.

Esta última he decidido postrarme un ratito en la ventana para fumarme un cigarro y que me de el poco airecito que hace, dentro de casa el calor es insoportable. Es raro que diga yo eso, normalmente paso frío hasta en pleno verano, pero está claro que hoy no es mi día.

Qué raro se me hace ver todo tan tranquilo. La mayoría de la gente, duerme. Siempre queda algún rezagado como yo, por ejemplo, el vecino de en frente, el del primero. Desde aquí le veo moverse por la cocina, tiene la luz apagada, así que no sé qué anda haciendo, lo poco que veo es gracias a la farola inmensa que han puesto en medio de la plaza. El de debajo de mía, Jaime, un chavalito tres o cuatro años más pequeño que yo, se ve que se ha traído a los colegas y están de charlas y risas, lo que me recuerda que mañana cuando le vea, le daré dos collejas por escándalo público.

Aparece de pronto un señor andando por la plaza. La verdad que por su vestimenta no tiene pinta de mendigo, pero su forma de andar… es como si no tuviese nada que hacer, ningún sitio donde ir. Es un señor de unos 60 años aproximadamente, anda desgarbado, decaído, da la impresión de ser un muerto en vida.

En la carretera solo he visto pasar un camión y dos coches, que alegría, en este barrio siempre hay tráfico, ya veis, una de los defectos de vivir en pleno centro. Lo que está claro, es que ya no puedo considerarme una de esas personas “raras” que viven de noche. Por lo que veo, no soy la única, somos varios. A decir verdad, es un gran consuelo. Esto de ser animal nocturno no está mal, lo prefiero. Después de unos cuantos años, le he cogido el gustillo a esto de hacer vida cuando apenas hay vida, jajaja. Te acostumbras y te haces a estar solo… lo sé, parece algo no muy bueno, pero que queréis que os diga, algunos elegimos la soledad porque es como más seguros nos sentimos.

Mil veces he oído que somos cobardes y antisociales, pues vale, lo soy. Lo que está claro es que si me siento segura viviendo de noche y jugando con mi soledad, no voy a cambiarlo, sorry.

Acabo de descubrir un gran fallo en esto del insomnio, me aburro mucho. He decido ponerme a jugar (o hacer el tonto mejor dicho), con los jueguecitos estos del Facebook. Si si, esa red social en la que todos hemos caído, y la cual a mí me viene de lujo para seguir en contacto con el mundo exterior, usease, el real. Pues sí, y que mala leche tienen los condenados de los juegos, se me ocurre ni más ni menos, que darle a uno que pone “la estrella del destino” (lo seeee, ya he dicho que es por aburrimiento) y me dice que pronto voy a perder a un gran amigo. Toma ya, me ha rematado, sin poder dormir, con dolor de muelas y para colmo, ahora preocupada por saber a quién voy a perder, ainsss.

Como veo que no soy lo suficientemente masoca, le doy a otro, este se llama “lo que dice tu corazón”, no está mal, teniendo en cuenta que hace unos añitos decidí firmemente pasar de lo que esa cosa me dijese y oír única y exclusivamente a mi cabeza… pues pensé que no me preocuparía tanto, pero claro, después de ver lo que me pone…. No todo dura para siempre, cuídalo

Venga va, el qué. ¿A mi amigo el que voy a perder? ¿Y qué tal si alguien me dice su nombre?, joe que yo no soy adivina. Pues nada, como comprenderéis, casi que paso de seguir, bueno miento, no puedo resistir la tentación de darle a otro más; “te quiere”, jajajaja, esta contestación me ha gustado más, me ha dicho que mucho ¡¡!!. Qué pena que me quede con las ganas de oír eso alguna vez (por lo menos de quien yo espero).

Hora de volver a la realidad, creo que como no puedo dormir, me voy a levantar, ponerme un vaquerito y llevar a mi madre a su curro, algo se me ocurrirá que hacer después. A todo esto, ya son las 5.15, mira que me enrollo ehhhh.

Hasta pronto.

martes, 6 de julio de 2010

Poniendo orden

Llevo años observando, intentado leer la mente de los que me rodean. Intentado a cada mirada, palabra y gesto, averiguar que hay en sus corazones...

Supongo que es algo que he ido adquiriendo y arraigando en mi a lo largo del tiempo. En cierto modo, es algo normal entre los tímidos como yo, y más cuando esa timidez llega a ser extrema.

No hablamos ni opinamos acerca de nada ni nadie. Solamente observamos. En algunos momentos, cuando tras un largo periodo, cogemos confianza... empezamos a hablar y cada uno utiliza su táctica. La mía es muy simple, todo teatro. Soy quien no soy, me gusta lo que no me gusta y actuo de forma muy contraria a como la haría con los que realmente me conocen. A eso comúnmente le llamamos tener una fachada. Me hace gracia, según mi mejor amiga, la mía es de hormigon del bueno.

Ahora todo cuadra, durante un par de años pensé que no podía escribir porque estaba bloqueada y no encontraba nada que me llamase. No era por eso. Estaba cometiendo mi mayor error, mostrarme tal y como soy. Eso hacía que fuese más sociable, que siempre hubiese tema de conversación donde participara, que la gente se acostumbrase a mi voz y opinión. Incluso cuando no quería hablar porque no me apetecía, me sentía culpable.
Por suerte, empiezo a ser la que era. Hoy ha quedado confirmado, he vuelto a dar la imagen que tengo que dar, a poner el muro de hormigón donde le corresponde, ante mí.
He de reconocer, que a veces flaqueo. Que me gustaría que algunas personas me quisieran conocer, que me preguntasen y poder mostrar como soy realmente, incluso he dado pie a ello. Aunque tampoco debo de ser tan interesante, pues todo quedo en eso, en un amago. Gracias a ello supe reaccionar y poner ese muro entre esas personas y yo. Por una parte, me da pena, supongo que hubiese estado bien.

Lo importante es que por fin he vuelto a escribir. He vuelto a ese maravilloso juego que consiste en descifrar las almas de los que me rodean. A sacar aquello que sienten e incluso aquello que ellos se ocultan a sí mismos.
Llego, pongo el muro y mientras ellos opinan y observan sobre el, yo sigilosamente les observo. y los descubro.

Interesante ¿verdad?. Mientras empiezo a poner orden a todo esto, en mi cabeza ya rondan muchas ideas que llevar a cabo. Algo queda claro, en esta vida todo tiene un precio... y mis relatos valen por una vida en silencio.

viernes, 25 de junio de 2010

Tormenta

Aquí me tienes, postrada tras un inmenso ventanal que me muestra aquel mundo exterior al que ya ni pertenezco. Veo como el día se acaba en un melancólico atardecer, asemejándose como sin querer con mi vida. Creo que esta noche habrá tormenta.

Me equivoqué de nuevo, no me extraña es algo que he terminado por coger como costumbre, día tras día. No han pasado ni cinco minutos desde aquel atardecer que me tenía absorta en mi más profundo yo, y ya comenzó la tormenta. Ahora llueve, truena, relampaguea, el viento zarandea hojas y papeles por toda la ciudad.

Tal vez por el melancólico atardecer o tan majestuoso temporal, por aquel ventanal en el que se refleja mi pálido rostro… no lo sé, pero algo me ha llevado a recordarte.

No debería, es verdad. Pero dentro de mí, tan dentro que no soy capaz de hallarlo y
arrancarlo de mis entrañas, persiste algún tipo de sentimiento. No puedo aclarar exactamente cuál es, si amor, capricho, amistad, cariño….es imposible averiguarlo. Probablemente ese aturdimiento que tengo, sea debido a mi famosa prohibición de sentir nada por cualquier ser humano, que no fuese aquel que me otorgó tan insípida vida.
Ni tan siquiera sé porque me preocupa tal desasosiego, si las decisiones pertinentes están tomadas. Llegué demasiado tarde, lo sé. Otra gran característica de mi persona, mi timidez. Tal vez en un tiempo anterior, si por mis callados labios hubieran salido aquellas palabras, tal vez entonces, el destino o quien fuese nos hubiese concedido una oportunidad. Pero no pudo ser, mis deseos llegaron tardíos y tu contestación… esa nunca llegó. O quizás sí, quién sabe, pero tardo demasiado y el tiempo no quiso dar una prórroga.

A día de hoy me culpo. Recuerdo las miles de veces que te vi, y me quedé mirando, pensativa, proyectando en mi imaginación como hablarte. Pero mis labios seguían sellados.
No hubo día, en el que no padeciera el deseo de ir corriendo a buscarte y decirte “ven conmigo, confía y déjate llevar, no te haré daño, te lo prometo. Te llevaré allí donde no necesiten saber nada de nosotros, allí donde puedas cerrar los ojos y volar… y volaremos juntos. Aquel lugar en el cual solo importan el ritmo acompasado de los latidos de nuestros corazones, donde la sonrisa sea luz y las lágrimas, agua que corre por un manantial de vida”.

Lo sé, hay momentos en los que me pongo excesivamente romántica. Da igual, que mi deseo fuera hablarte así, no significa nada. Sabemos los dos, que nunca te lo hubiera dicho. Aunque… algo así como “Dame la mano, déjate llevar. Sabes que no te dejaré caer, estaré contigo pase lo que pase, somos un equipo”. Eso probablemente si habría salido en algún momento de mi boca. Tampoco fue así.

¿Por qué no desapareces ya de mi mente? Solamente con dedicarme una sonrisa y una mirada, entraste dentro de ella y cada día que pasa te acomodas más, consiguiendo con ello que yo me culpabilice por aquello que nunca dije, por lo que no hice.

La tormenta ya ha parado, todo está ahí fuera esta calmo y de nuevo, vuelvo a sentir envidia de aquel exterior que ya nada tiene que ver conmigo.

lunes, 31 de mayo de 2010

Mis palabras más profundas.

Durante estas últimas semanas, le he dado mil vueltas a mi cabeza pensando que escribir. Tenía tantas cosas que decir....
Estaba totalmente bloqueada, quería hablar de cosas buenas, malas, de otros, mías, era un cúmulo de millones de sensaciones y palabras que bailaban por mi cabeza. Eran tantas que no conseguía ponerlas en orden.

Ahora se que decir, la cabeza está fría y el corazón... a ese ya no le dejo hablar.

Un millón de veces me he preguntado ¿por que?, y a día de hoy, por fin lo he descubierto. No era tan difícil, la mayoría de las madres es lo primero que te enseñan.... porque sí. Porque tiene que ser así y punto, cada uno tenemos un destino, y hay que acatarlo.

No pienso ser una niñata y quejarme de mi vida o de mi destino, la verdad, que solo me apetece dar las gracias. He tenido tanto... amigos, familia, trabajo, risas, felicidad en general, que sería una egoísta si me quejase por ello. Hay quien tiene mucho menos que yo, y no dice ni pío, así que me callaré.

Que me hubiese gustado que fuese mejor, pues claro que sí, a quien pretendo engañar. Pero también podría haber sido mucho peor, y hemos llegado hasta aquí.

Durante mucho tiempo, he vivido con miedo, pero ya no lo tengo. Ha desaparecido. Tal vez, una cierta melancolía si tenga, y dudas, de eso mucho. Da igual, me queda una certeza....

Todo lo que hice en mi vida, bien o mal, lo hice inconscientemente. Se que nunca actué de mala fe, ni pretendía hacer daño a nadie. ´También se que me equivoqué, y espero que los afectados sepan perdonarme algún día.

Por último, decir que cada persona que ha pasado por mi vida, me haya echo mal o bien. la que estimado y probablemente querido. Especialmente a los que a día de hoy, de una forma mayor o menor pertenecen a mi vida, a esos, les quiero con locura.

Gracias por esta vida maravillosa, gracias por todo y lo siento.

martes, 25 de mayo de 2010

Aclaraciones y demás

Muy buenas, aquí andamos de nuevo. Después de mi último "homenaje", he tomado algunas decisiones para ir cambiando poco a poco.

De entrada, las series que venía haciendo hace tiempo, desaparecen. Lo siento, ya lo avise, pero me veo incapaz de seguir con algo, que ya pertenece al pasado.

Por otro lado, pues la "temática" (por llamarlo de alguna manera), de las nuevas entradas. Con el tiempo he aprendido, que las experiencias de los demás, el día a día de la gente que te rodea, puede enseñarte mucho. He aprendido a escuchar de tal manera a las personas, que puedo involucrarme incluso de una forma practicamente personal, en su vida. Así, que durante un ratito, me colaré un sus cabezas y en sus almas, para, de alguna forma, intentar sacar mi propia visión de todo aquello. Claro está, que a veces coincidiré y otras no, pero gracias a dios, eso es lo más bello del mundo, la diferencia entre unos y otros, ante las mismas cosas.

Me imagino que con el tiempo seguirán sucediéndose los cambios, cosa bastante útil, porque si no eso significaría que me he estando, y lo odio. Además, de esta forma, no daré tantas pistas sobre mí, y por supuesto, no seré tan coñazo con mis vivencias.

Un saludo y hasta otra...

Una carta pendiente.....

¿Sabes?, no me gustaría odiarte pues me diste lo más bello de mi vida, mis hijos. Pero aún así, por más que una pequeña parte de mi corazón todavía quiera tenerte presente en mi vida, como alguien que un día significó algo para mí, no puedo.

Cada día que pasa, el resto de mi ser, mi mente, mi corazón, mi alma....todo en conjunto, cada día te odia más y te tiene más rencor.

¿Me reprochas que tus hijos no quieran saber nada de ti?, tú, aquel que un día decidió que él era más importante que la sangre de su sangre, más importante que aquellas dos personitas chiquititas que le necesitaban para vivir, aquel que decidió pensar más en sí mismo que en aquellas criaturas. Tienes la desfachatez de decirme que les pongo en contra tuya, de acusarme de hablarles mas de ti, cuando tu no te preocupas ni de su educación, ni su crecimiento y mucho menos en las carencias que puedan tener, al darse cuenta el tipo de padre que les ha tocado.

No me digas que quieres lo mejor para ellos, no, esta vez no pienso creerte. Nos engañastes mucho tiempo, primero a mí, aquella niña ingenua que te dio toda su vida y su ser, creyendo ser la mujer más feliz de mundo y que eso sería para siempre. Y luego a ellos, que te cogían del dedito cuando eran bebes, aferrándose a el como a la vida misma.

Lo siento, pero esta vez no te creo, no ya no puedo más. Y no voy a dejar que me culpes de tus fracasos, yo no te animé en ningún momento a que tirases tu vida por la borda, y con ella, la mía.

He sido fuerte, y gracias a esa fortaleza y a la gente que me quiere, porque me lo he ganado día a día, hemos salido hacia adelante.

Si tu sigues así, es porque has querido y no tengas el valor de decir, que es porque los demás te lo hemos impedido.

Hazme un favor, deja de vivir en esa utopía creada por ti, pues yo nunca te engañe, pensando que la vida es de color de rosa. Nunca lo fue, tu la inventastes. Todo a tu gusto y como quisiste, ese es el problema de los castillos en el aire, que terminan por derrumbarse. Confundiste la esperanza e ilusión que yo puse con toda mi fe en que esto funcionase para siempre, con tus sueños de tener todo lo que querías, sin dar nada a cambio.

No soy yo la que juzgaré si tienes lo que te mereces, ya ni tan siquiera eso me importa de ti. Pero ni se te ocurra a ti, juzgar en ningún momento, lo que yo hago y tengo.

Olvídanos y desaparece, empieza de cero y vuelve a tu mundo perfecto, pero aléjate de nosotros. Porque todas aquellas amenazas que hoy me dedicas, tarde o temprano se volverán contra ti, y a mi, esta vez, me dejarán impasiva.

No te digo que no te preocupes por los niños, porque se que no lo harás. Te conozco, y se que tus palabras, desaparecen en el aire. Aquel que tiene la seguridad que siempre habrá alguien para darle todo a sus hijos, aunque el no esté, ni tan siquiera se los merece.

Ya no te tengo ningún miedo, la vida me enseñó una gran lección; " el tiempo pone todo en su sitio".



Hasta nunca....

viernes, 23 de abril de 2010

Para mi "papá", lo mejor que me dió la vida.

PERDERÉ MI MIRADA EN EL INFINITO


INTENTANDO ENCONTRARTE;


ALZARÉ MI VOZ AL VIENTO HABLANDOTE CADA DÍA;


ACARICIARÉ LOS SUSURROS DEL AIRE BUSCANDO TU VOZ;


POR QUE SE QUE NO TE HAS IDO;


POR QUE SIEMPRE ESTARÁS EN MI.






¿Cómo intentar expresar todo el amor, cariño, admiración, respeto, etc. que sientes hacia una persona que te han arrancado de tu lado?. Solamente te dan un pequeño espacio en una lápida, para intentar describir algo imposible. En estas pocas palabras, intenté decir todo aquello que había dentro de mí, pero es imposible. Necesito muchísimo más espacio y tiempo, y aún así, me faltarían las palabras...




Recuerdo cuando era cría y me llevaba los domingos al río, era muy divertido, me enseñaba a coger moras, hacer fuegos, para que servían todas aquellas hierbas y plantas. Con especial cariño, recuerdo cuando me ayudaba a engañar a todos los demás. Yo hacía que nadaba, el se ponía a mi lado con la excusa de vigilarme y realmente, me llevaba sujeta por la tripita, como si fuese una bandeja, para que no me hundiese. En sí, todo el mundo hablaba de lo bien que me movía en el agua, y si somos sinceros, siempre he sido un pato mareado.


Me encanta recordarle así.Cuando nos dejó, tome la firme decisión de no pensar en los últimos momentos, ni tan siquiera intentaba pensar en aquel día. Decidí quedarme con los buenos ratos que habíamos pasado juntos, con las risas, los consejos y con todo el tiempo que me había dedicado durante toda su vida. Ahora, hay días que me arrepiento de esa decisión, duele saber que ya no le tengo.


Empiezo a sentirme como un auténtico fraude de persona, como esa niña que engañaba a todo el mundo nadando, porque realmente le tenía a él sujetándome. Ya no le tengo, ya no hay nadie que me sujete y por más que chapoteo en el agua, me voy hundiendo poco a poco.


Cada noche, en mi mar de soledad, en ese gran mundo de agua en el que me introduzco poco a poco, siempre hay un rato en el que miro hacia arriba y le busco, y le hablo...


"Se, que estés donde estés, algún día nos volveremos a juntar. Tu con tu cañita de cerveza y yo con mi café, como todas nuestras tardes. Y volveremos a hablar, me darás consejos, te contaré mi vida y cuando veas que me voy para abajo, volverás a cogerme como una bandeja, por la tripita y seguiremos engañando juntos al mundo entero"


"Te llevo conmigo, cada segundo de mi vida, Te quiero".

jueves, 22 de abril de 2010

HOLA, OTRA VEZ

Muy buenas, nos volvemos a ver las caras por decirlo de alguna forma. Cuanto tiempo ha pasado ehh??. Y cuantas cosas....

Hace casi dos años, cuando decidí cerrarr el blog, era algo momentáneo. Quería o necesitaba tal vez, tener más tiempo para mí. En cierta parte, acababa de hacer una transformación total de mi vida y tenía que reubicarme en mi nuevo mundo. Simplemente, me tomé unas pequeñas vacaciones.

Pero como toda ley de Murphy, esto se tenía que joder por algún lado. Y así ha ocurrido.
Es tontería que hable de todo lo que ha pasado, o mejor dicho, es algo de lo que en este momento no tengo ni puñeteras ganas de hablar. Simplemente, digamos que la vida me ha tenido liadilla y ocupada con otros temas. Bueno, y para que engañaros, que no tenía ni fuerzas ni ganas, para seguir con esto.

En estos momentos, no se exactamente si tengo fuerzas, pero debo intertarlo. Así que por un lado, empezaremos totalmente de nuevo, ya que, ni soy la que era, ni pienso como pensaba el día que eché el cierre de todo esto. Por otro lado, intentaré seguir con las series, eso sí, veremos si puedo, si no, aviso, desaparecerán totalmente.

Lo dicho, es hora de ir empezando. Me permitiréis por último, que a parte de ser esta la primera entrada (normal para empezar con buen pie), la segunda se la dedique a alguien, que tal vez se la deba. A partir de ese momento, iremos viendo resultados.

Bienvenidos de nuevo y un fuerte abrazo.
 

Viviendo en mi burbuja © 2008. Chaotic Soul :: Converted by Randomness