domingo, 27 de noviembre de 2011

NUNCA DIGAS NUNCA

No hace mucho tiempo, publicaba en cierta red social, una breve reflexión sobre el cinismo y la hipocresía. En aquel momento, me permití el lujo de juzgar a alguien por su comportamiento hacia mí. Si es verdad, que nunca me he permitido ese tipo de confianzas, pero sentía tanta impotencia que no pude resistir la tentación.

Ahora la vida, es la que ha querido darme una lección de humildad, y aquello que juzgueé con tanta dureza, aquello que reprochaba pensando que nunca sería capaz de hacer.... aquel comportamiento lo he tenido yo misma.

He de reconocer que he entrado en el mundo del cinismo por la puerta grande, como nunca creí que pasaría. Y no tengo excusa, o por lo menos el valor para buscarla.
Ahora soy yo la que de cara a la galería tengo una postura, pero siento que estoy traicionando algo, a alguien.

No me gusta esta sensación, quisiera romperla pero algo dentro de mi no me lo permite y me está machacando.

En un primer momento, ilusa de mi, intentaba convencerme de que la culpable de todo esto no era yo, no lo había buscado. Era feliz pensando que la única culpa era de la otra parte, después de todo es quien cometería el mayor engaño. ¿Irrisorio verdad?.
Esta tarde con un simple comentario, me he percatado de todo. Soy culpable, pues estoy ayudando a cometer un engaño sabiéndolo, conociendo paso por paso la mentira creada. Ayudo a engañar a todas aquellas personas que creen ciegamente en algo que a mi entender no existe, pero en lo cual no voy a meterme.
A parte de ello, yo también estoy engañando a los míos. A todos aquellos que siempre me han creído sincera y buena persona, a aquellos que me oyeron jurar y perjurar que nunca entraría en un juego de esta magnitud y a los que siento en lo más profundo de mi interior, que he fallado.

Mi duda ahora, es averiguar como acabar con todo esto. Se perfectamente que saldré herida y dañada, que si decido apartarme pierdo algo que me duele separar de mí. Supongo que es el precio que he de pagar por tal atrevimiento, y a veces, me pregunto por que no podrían ser más sencillas las cosas.

Si sirve en mi defensa, nunca tuve la pretensión de causar daño ni molestia alguna, pero no pude evitar querer por una vez en la vida, sentirme bien, valorada.
A cambio me veo obligada a tomar una de las peores decisiones de mi vida, como una amiga mía acaba de comentarme hace apenas una hora.... " piensa en ti y que sufran otros o piensa en los otros y sufre tu".

No creo que tarde mucho en dar a conocer mi decisión... nos vemos pronto.

martes, 22 de noviembre de 2011

CAMBIANDO A LA FUERZA

Nunca me ha gustado ser mala persona. En sí, siempre he pensado que había que poner la otra mejilla y olvidar en la mayoría de las ocasiones nuestro queridísimo orgullo.

Durante años, una vida entera, he tratado de luchar y agachar la cabeza cuando las cosas salían mal por otras personas. Mi padre, ese gran maestro que tuve para todas mis dudas, me inculcó el sacrificio, la lucha y ante todo la necesidad de acostarme cada noche sabiendo que tenía mi conciencia tranquila.
Fui capaz de abandonar un sueño, un trabajo e incluso a las personas que quería, por no hacer daño a nadie. Me hice especialista en empezar vida nueva cada dos por tres, por no hacer daño a nadie. A día de hoy, se que podría tener mil cosas y vivir mucho mejor si realmente, hubiese decidido hacer daño. Pero nunca quise.

Ahora soy adulta, madura no por que quiera, si no por los golpes de la vida y me falta mi principal guía, mi padre. Pero no quiero excusar el comportamiento que pienso adoptar, porque realmente es una decisión pensada, estudiada y tomada exclusivamente por mí.

Finalmente he decidido hacer daño, vengarme y arrastrar conmigo a todo aquel que se ponga por delante. Y digo arrastrar conmigo, porque en el fondo de mí alma, se perfectamente que caere como una torre en ruinas el día que todo esto acabe.

Hoy he visto llorar a alguien. Alguien que no tiene ninguna culpa de los golpes que se ha llevado, de las decisiones del destino y mucho menos de los comportamientos de terceros. No es por un sentimiento de amor, ni amistad, ni fraternal. Simplemente lo considero injusto. Y muy señores míos, yo he cambiado. No lo elegí, ha pasado así y me toca agachar de nuevo la cabeza, eso sí, en lo referente a mi cambio de caracter. Pues en mi cambio de ideas, en la venganza que estoy preparando y las decisiones que se van a suceder.... en eso no tengo la más mínima intención de agachar la cabeza y mucho menos sentir el menos arrepentimiento o pena.

Y si algún día me encuentran en la calle, tirada como "torre en ruina"... acuérdense de este escrito y de aquella niña inocente que muy a su pesar, decidió cambiar por una injusticia.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Y EL TIEMPO PASA

Ya hace casi un año desde aquel fío día que decidí volver de visita. Recuerdo aquella euforia que recorría cada parte de mi ser, acompañada del anhelo de ver de nuevo mi casa, mis cosas, y supongo que el resto de aquella vida que había abandonado meses antes.

Realmente nunca me despedí de Manchester, tenía la firme convicción de mi regreso, no en un día ni en una semana, tal vez en algún otro momento tras haberme recuperado de unos meses tan duros. Quería volver y lo tenía claro, tal vez por ese motivo no traje nada conmigo.
Cogí una pequeña maleta de mano para el portátil, algunas prendas de ropa por si el viaje se alargaba debido al temporal que había en Europa y mi documentación.

Intento no recordar mucho de esos días, se que me produce dolor y realmente huyo de aquello como si de la peste se tratase. Pero he de reconocer que puse demasiadas esperanzas en aquella visita o regreso inesperado. Los primeros días fueron bonitos, muchas experiencias que contar a toda la gente que te preguntaba ávida de respuestas. Aunque la primera desilusión me la llevé horas después de haber bajado de aquel avión. Solamente quería que alguien en particular me esperase, alguien que en ocasiones me había pedido mi regreso, pero no fue así. Ese fue el primer golpe de tantos que vinieron posteriormente.

No puedo explicar como, pero mi vuelta por unas cosas o por otra se fue retrasando, hasta que no hubo marcha atrás y tuve que recuperar parte de mis responsabilidades aquí. La enfermedad de mi madre, nuevo trabajo, coche nuevo.... tantas cosas que me sobraban el día que me fuí y que me siguen sobrando ahora.

Mi gran consuelo durante meses fue la idea de poder ir de vacaciones, después de todo, la mayoría de mis pertenencias siguen allí. Pero las cosas se complicaron aún más.

En estos momentos estoy a pocas horas de cumplir un año en España. Rodeada de mi familia, amigos, trabajo nuevo.... y mil cosas más.

Sinceramente, entre nosotros... me sigue sobrando todo. Ahora más que nunca, cogería en este mismo instante un avión de vuelta. No ha sido un año malo, ha sido un año más solo eso. Un año en el que hubo menos lágrimas de las que me esperaba, y momentos inolvidables. Un año en el que he crecido como persona, y en el que me percatado de un pequeño detalle; no he vuelto a por mis cosas porque probablemente no tendría valor para retornar a España. Entre mi ropa, cuadernos y demás pequeñeces, si quedó mi propia vida.
 

Viviendo en mi burbuja © 2008. Chaotic Soul :: Converted by Randomness