TAL VEZ

EN PAZ
Artifex vitae artifex sui

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

Porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales coseché siempre rosas.

...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!



Amado Nervo. Poeta Mexicano



Tal vez tenga razón. Tal vez vivimos tanto tiempo dentro de nuestras ambiciones y sueños, que nos olvidamos que la vida no es de color de rosa. Tampoco de color negro, simplemente es lo que es, y lo que hay. Y realmente, yo no recuerdo que viniese una luz blanca ni nada por el estilo a decirme que todo seria bello y fácil. Por lo tanto, no le puedo reprochar a la vida, que no pusiese en mi conocimiento su dureza y crueldad.

Bueno, tampoco se puede decir que seguramente obtengamos lo que nos corresponde. Plantar rosales y cosechar rosas, me parece un tanto complicado de creer. He conocido y conocerá a mil personas, que plantaron rosales y cosecharon espinas únicamente. Al igual que personas que dejaron crecer malas hierbas y obtuvieron las más lindas rosas halladas.

Pero tal vez a estas alturas ya de igual, de lo que hicimos o pasamos, no sería bueno crear reproches. De lo que nos pasa, no deberíamos culpar ni a la vida, ni tan siquiera a nosotros mismos. Está pasando, es irremediable e imparable, y tal vez la vida nos sorprenda y nos eche un cable en el último momento, pero tal vez no lo haga. Lo importante fue, es y será luchar, y si cuando llegue ese día, saber que hicimos lo posible, que luchamos y tuvimos esperanza, pero simplemente que esta vez no tuvimos mas oportunidades. A lo mejor nos merecíamos una oportunidad mas, ¿Quién sabe?, pero es tontería pensarlo.

Puede ser que nos equivocásemos, que no supiésemos el camino correcto, o que incluso, sin darnos cuenta complicásemos más la situación. Pero cada uno llevamos a cabo nuestros actos, lo mejor que sabemos o podemos, y al igual que a la vida no se la puede culpar, tampoco busquemos culpa en los hombres y mujeres que nos rodea, ni tan siquiera en el reflejo que obtenemos cada mañana delante del espejo. Aceptémoslo, ello nos evitará mas sufrimiento y agradezcamos desde este mismo instante, el haber tenido el lujo, de haber llegado a este instante, a este momento de nuestras vidas.